El sommelier profesional @luis_vera_sommelier -cofundador de @catasitinerantes– realizó una estupenda nota de cata a nuestro «Legno Viejo» en su cuenta de Instagram.
«Últimamente he experimentado un reencuentro con el Maule, como una especie de llamado de atención, como de recordar de dónde vengo, y esta vez fue con este carignan 2018 de @tupperfamilywines.
Un vino honesto, sin pretensiones de identidad, a mi gusto, y que así lo manifiesta su etiqueta, sencilla pero potente, en un mensaje que refleja el campo y su gente a través de una pintura, que, a la misma vez, me produce algo de nostalgia y me recuerda la casa de mis abuelos.
Un carignan de capa media alta, muy untuoso, de un rojo intenso con reflejos púrpuras, seductor, brillante, fino y leve sedimento que a contraluz parece perlado, hipnotizante a la vez. En nariz, intensidad media alta con aromas a ciruelas, cerezas frescas, algo de frambuesa y frutos rojos ácidos. Evidencia la barrica con un leve tono a la madera, algunas especias dulces como el anís y un leve dejo a pimienta.
Además, presenta toques a laurel, algo floral, leves notas empireumáticas y una gran sorpresa, mentol después de oxigenar pacientemente en copa. En boca consecuente y persistente, algo seco, acidez presente que lo torna jugoso y vibrante, taninos pulidos y al final un leve amargor que recuerda el chocolate amargo.
Algo cálido en boca, pero amable, con el carácter potente propio de la cepa. Me hace sentido con una empanada, una cazuela de vacuno, porotos con rienda, longaniza y merken, comida criolla. Me recuerda mucho el campo, veranos calurosos y brillantes, de esos que ciegan.
En consecuencia, creo que es un vino que refleja su origen, con elegancia y carácter, de reunión familiar y amigos en torno a la cocina, que me recuerda parte de mi infancia. Rico en boca y nariz.
Puede encontrarlo a través de sus RRSS o su página web».